
Así como somos seres multifuncionales y cambiantes, reflejamos lo que somos en la arquitectura. Todo se vuelve una infinidad de posibilidades en la que cada una tiene un "algo" que la hace única. Para descubrir esta escencia de las cosas debemos utilizar todos nuestros sentidos. Ver, observar, tocar, esuchar, incluso oler... sentir la arquitectura.
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